El objeto es establecer los procedimientos para el uso del ozono en la agricultura, persiguiendo limitar el crecimiento de microorganismos patógenos, aumentando la solubilidad del agua de riego y la capacidad de desinfección de la misma. Estos procedimientos pueden aplicarse de forma individual, o bien, combinados.
La implantación de estos sistemas permite obtener un importante
aumento en la calidad y producción de los terrenos agrícolas mediante el uso de
una tecnología de respeto al medioambiente impecable, y a la vez limpia y sostenible sin ningún tipo de
residuos.
La corrección del contenido mineral del agua mediante ozono se debe a su poder de oxidación, siendo los principales elementos a los que normalmente oxida el Hierro y Manganeso, y compuestos tales como: Urea, Amoníaco, Nitritos, Cianuros y Fenoles.
La utilización del ozono, se puede realizar en cualquier estado fenológico en el que se encuentre la plantación.
El uso de ozono en el agua mantiene limpias las conducciones y goteros al eliminar la capa de biofilm que se adhiere a los mismos y eliminando el uso de ácidos y otros productos para su limpieza.
Además, permite obtener:
Más cantidad de producto, es decir mayor peso y volumen.
- Productos más homogéneos y con mejor presencia.
- Plantas más vigorosas y sanas, protegidas de contagios.
- Mejor conservación del producto una vez recolectado.
- Mayor producción en menor tiempo, frutos más tempranos.
- Ahorro de aditivos (abonos, insecticidas, etc).